domingo, 1 de enero de 2012

Museo de alcoba


Aunque suene insensato la producción este relato,
En palabras sencillas se da  una descripción relativa, como
Torbellino, como fugaz astro en el vino tinto.

Rodeada de hojeadas hojas de libros de papel
Envuelto en roble y resguardado en posiciones
Algo inestables están mis libros. Seguido esta mí
Ropa, de colores fuertes, y rayados conjuntos,
Puertas rectangulares, con recuerdos de palabras.
Lo que sigue seria un televisor pequeño, que da
Innovación a quien le observe, por tener colores
Morados en cada rostro tras su telón.

Luego están mis maquinas de ejercicio, donde
Permanecen mis toallas.

Mi cama decorada con colores claros, esta algo fría,
Pero abunda espacio, para una acompañante.
Luego están mis cuadros, de innumerables formas
Y temas. De Arica a Paris. De Da Vinci hasta Guayasamin.


Y luego para concluir, esta mi computador,
En donde tengo papeleo decorativo, música, juegos y discos.

Esta mi teclado, en donde finalizan mis dedos, sin observar
Más que la pantalla. De mis dedos, están mis manos,
De mis manos están mis pies.  De mi cuerpo
Hasta mi cabeza en donde mis ojos son cerrados y desaparece
Mi pieza.
Oscuro mi museo de alcoba.

La entrada es liberada, pero la propina es requerida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores