martes, 10 de enero de 2012
A veces la poesía me trae melancolía.
A veces la poesía me trae melancolía,
Es cierto, una sensación de cólera
Que me quema desde mi pierna izquierda,
Atraviesa mi garganta acalorada
Y es observada por el verbo que espera
Tanta palabra en el exterior.
A veces digo, no escribiré esta noche,
Pero que ausencia, que modales,
Que reproche. Hasta que una mujer aparece,
Y mis estrofas y consonantes,
Tienen el aroma especial, recién instaurado
Aquella sensación única que tanto
He deseado.
Callad, me dice la palabra,
Atiende a la paloma que en la ventana te observa,
Abraza cada intención con una idea,
Bésala cuando conquistada este ella.
A veces la poesía me trae melancolía.
Noche entera desvelado sin unir palabras,
Mi cabeza me dice basta,
Pero mi corazón dice que siga,
Acabo en la tristeza,
Cuando no puedo colocar las piezas
Del rompecabezas.
A veces despierto a media noche,
Cuando no escribo,
Me observo en el largo espejo que en
El mueble más viejo de mi habitación
Reposa e inspira nuevos cuentos,
Me observo en el espejo,
Y no veo nada,
Mi reflejo cuando no escribo,
Desaparece, mi silueta en la oscuridad
Se pierde, la melodía del silencio
Me absuelve,
Cuando no escribo,
Parece que no he existido nunca.
A veces la poesía me trae melancolía,
Pero solo ocurre cuando dejo de
Pensar en ella.
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