La otra noche recordé una melodía,
Que titubeaba un compañero
En los quehaceres,
Dame un cigarrillo era la letra
Y su melodía era el taladro
Sin tarugo.
Cigarrillo y fósforos en el bolsillo,
Y una siesta a media tarde la recompensa,
De tantas mañanas de sonámbulo
En la micro,
Que tantos rostros conocidos
Distinguía.
El cemento en la espátula se dibujaba
Como líneas en una cuaderno en
Blanco y negro.
Cigarrillo con cemento,
Era mi lema
Y que dilema fumar con la boca cerrada.
Los maestros se hacían el tiempo
Para ayudarme,
Ya que nadie aprende sabiendo,
Ni Dios mismo nació
Creando.
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