Poema del perro

En ocasiones el perrito de la esquina

Me saluda con sus patas,

Siempre Guiñando un ojo

Teniendo una garrapata sin capa,

Una garrapata que

Vive en una media agua de pelo,

Siempre distrayendo el ladrido

De este perro.

El perro en ocasiones me observa,

Cuando cruzo la calle con los ojos

Vendados, y me acompaña

Y me trata de dar la mano,

Cosa que es algo extraño

Ya que este, le falta un metro

Para alcanzar mi chaleco rallado.

Este perro se llama perro por unos famosos

Amos imaginarios que a imaginación estos

No llegaron,

Y era el perrito, el sabueso que siempre

Me pedía la mano

Para morder la comida que me quedo

Del almuerzo pasado.

(Cosa que ocurrió hace como un mes).

El perro escribía todo el día en la vereda,

Con sus patas acarameladas de ideas

Con una tiza en la calle seducía

A quien fuera. Era el perro, que se domestico,

Sin domestico que le atendiera.

El perro lo veo siempre cuando al espejo

Me observo,

Y espero que sean patas, en vez de diez dedos,

Rascarme las pulgas y gritar a los cuatro vientos

¡Ladridos que serán gritos!

¡Gritos que sean de perros!